Mención y dedicación especial del noveno capítulo a Dannie y Aidmar, que lo leyeron antes que todos y le dieron mucho amor. Mil gracias por su amistad y su apoyo.
Capítulo 9
—¿Qué tanto
ha tomado tu hermano? — Ria, sentada a mi lado, se ríe un poco mientras
observamos a Bill tambaleándose hacia la cocina con la excusa de traer otra
botella de tequila.
—Creo que
bastante. — Nos reímos y luego nos sumergimos en un silencio incómodo. Tengo
muchas, demasiadas preguntas para ella que no me atrevo a pronunciar. No sé por
dónde empezar: “Oye Ria, siento que Bill y tú me esconden algo” o qué tal, “oye
Ria, ¿qué pasó entre mi hermano y tú cuando yo no estaba en Los Angeles?”. Es
decir, yo tenía el presentimiento de que Ria ya sabía sobre Bill y yo. Y,
sinceramente, no comprendía por qué ella estaba sentada a mi lado en el sofá de
nuestra casa, portándose como si nada
y sin si quiera haberme hecho alguna escena de celos intensos como es su
costumbre. Además, ¿no habíamos terminado antes de que yo volviera a Alemania?
—Vamos,
pregúntalo ya.
—¿Por qué
estás aquí?
—Bill me
invito. — se encoge de hombros y evita mi mirada fingiendo que toma de su vaso
ya vacío.
—¿Y por qué
te invito? ¿Qué pasó, por qué estás tan… diferente conmigo?