lunes, 26 de octubre de 2015

Collar full: tres.

Recordando en quien me base para escribir el personaje de Matt me trajo malos sentimientos lol.
 
Capítulo 3.

— ¿Ya estás listo? —esta era la séptima vez que entraba a la habitación de Bill, solo para encontrarme con que se había cambiado los pantalones de nuevo, sus pies aún estaban descalzos y su cara libre de maquillaje. Todo junto un augurio de que tendría que esperar por lo menos una hora más.

—No, Tom. No puede decidir cuál pantalón luce mejor con esta camisa —para mí no había diferencia alguna por más que mirara. Estuve tentado a decirlo pero no quería perder más tiempo discutiendo.

—Bill, el avión de Georg y Gustav aterrizó hace diez minutos, es cuestión de que bajen y consigan su equipaje, tenemos que irnos ya— para Bill mis palabras fueron como el sonido de una mosca que lo distraía de su tarea, me ignoro por completo y continuo revisando entre su ropa —tenemos que salir en cinco minutos. El aeropuerto nos queda a 20, no creo que haya problema si los hacemos esperar solo un poco…

— ¿Y por qué no mandas a Markus por ellos? Sinceramente no veo cual es la necesidad de que nosotros tengamos que recogerlos— Primero pensé que cabía la posibilidad de que Bill estuviera bromeando. Pero no. Lo decía bastante en serio y me miraba esperando que yo, como siempre, le dijera que tenía razón y le diera la orden a nuestro guardaespaldas. Él de verdad creía que yo no era independiente, que no podía siquiera salir de la casa sin él. Pues estaba muy equivocado.

—Ok, tienes razón. No tenemos que ir por ellos porque puedo ir solo —me di la vuelta y caminé hacia la puerta, sin esperar para ver la cara que Bill había puesto con mi respuesta. Pero antes de salir voltee a verlo de nuevo y le dije: — ¿quién diablos eres ahora? El Bill que yo conozco estaría ansioso por ver a sus mejores amigos y jamás enviaría a alguien para recogerlos—. No esperé una respuesta, simplemente me largué de ahí.

 

miércoles, 21 de octubre de 2015

Collar full: Dos.

Releer este fic me va a hacer mal.


Capítulo 2.

—Hace unos meses fui a un festival en Bélgica. Es uno de los más importantes de música electrónica. Bill, permíteme decirte que te has perdido de mucho si no has ido por lo menos a uno. En Estados Unidos hay muchísimos, ojala tengas la oportunidad de ir algún día… —si este rubio no se calla de una vez, le cortaré yo mismo la lengua para que lo haga. Lleva toda la cena hablando de los viajes que ha hecho y toda la gente que ha conocido como si nosotros nunca hubiéramos salido de nuestra casa. Sentía tanta curiosidad por conocer al dichoso Matt que acepte venir a cenar con Bill y sus amigos. Error.

Matt cumple con el estereotipo estadounidense; rubio de ojos claros y un bronceado rojo le cubre la piel porque es demasiado blanco como para broncearse de otra forma. No mide más que Bill, pero su musculoso cuerpo lo hace ver más tosco y alto. Lleva una camisa de mezclilla y pantalones cortos azul marino. Aparenta más de edad de la que tiene y se ve mayor que Bill.

—Ustedes deberían intentar un sonido como ese, ¿ves? —Cállate, cállate ya —Lo electro está muy de moda y le gusta a todo el mundo, no solo a las adolescentes hormonales.

Beth, una de las amigas de Bill, hace como que escucha la aburridísima conversación –monologo- mientras agita el popote de su bebida mientras Ria está con la mirada pegada al móvil y yo siento que me ahogo. Últimamente no estoy cómodo en ningún lugar, menos en uno donde estoy rodeado de gente con la que no soy compatible para nada.

viernes, 16 de octubre de 2015

26: Tom.

Quería esperar al miércoles pero como la desesperada que soy, no pude.


Capítulo dos.


Querido Bill:

¿Por qué eres tan desconfiado? Leí la carta en tiempo y forma, justo como me lo pediste. Hace cinco minutos que te quedaste dormido y aunque estás tendido a mi lado en la cama, abrazándome, no creo que cuente como si estuvieras aquí.

A diferencia de ti, no recuerdo el momento exacto en el que comencé a verte como más que un hermano. No dejas de sorprenderme con esa memoria que tienes. Pero sí hay una cosa de la que estoy seguro: me enamoré de ti antes de sacar tu trasero congelado de esa estúpida laguna, mucho antes. A estas alturas ya deberías saber que yo siempre soy el primero en todo y en este caso no fue la excepción. No me pidas que recuerde como o cuando fue porque es imposible, solo pasó y ya está.

Mamá solía decirnos todo el tiempo que debíamos cuidar el uno del otro porque eso es lo que hacen los hermanos y yo me lo tomé demasiado en serio, te lo juro. Quizá no sea tan fuerte como tú piensas, quizá solo sea muy bueno ocultando mis inseguridades y mis miedos y Bill, soy demasiado bueno convenciéndome de que puedo contra todo y contra todos, en especial si se trata de ti.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Collar full: Uno.

El único longfic que me he atrevido a publicar está aquí. No lo había releído desde que lo escribí, creo que hace un año o año y medio y ahora que lo hice me dio mucha nostalgia cry emoji*. Comenzaré a publicarlo aquí porque quiero corregir algunas cosas y espero en dios y todos los santos que por fin lo termine.

La canción que lo inspiró y le dio nombre: Collar full - Panic! At the disco



Capítulo uno.
 
 
Definitivamente me encuentro en la cama de hotel más cómoda de la historia. Quisiera poder tener la oportunidad de dormir en ella, pero el insomnio ha decidido pasar la noche conmigo. Estoy tremendamente agotado, me duelen los dedos, las piernas, las mejillas y si el cabello pudiera doler, también lo haría.
A veces mis noches en vela me ayudan a aclarar mi mente, a darme cuenta de que todo lo que estoy viviendo es verdad. Mientras otros chicos de 16 años van al colegio e invitan chicas a salir, yo tengo una banda. Y estoy perdidamente enamorado de mi hermano menor.
Mi banda es famosa por todo el mundo. Tenemos miles de fans y muchas de ellas hacen cosas inimaginables para pasar un solo segundo con alguno de nosotros. Viajamos, damos conciertos, vamos a entregas de premios y nos pagan por vivir nuestro sueño. Es algo increíble.
Pero tener tanta atención no siempre es tan bueno como parece. Hace unas horas le dije a Bill lo que sentía por él. Le dije que lo amaba más que a un hermano con toda la naturalidad del mundo, como si estuviera diciéndole que amaba la leche con chocolate. Su respuesta fue un simple ‘yo también’ y ambos nos paralizamos. Yo esperaba cualquier cosa, que me odiara, que me gritara o que se riera en mi cara, pensando que estaba bromeando. Pero no, Bill me correspondía y ya saben lo que dicen, no hay mejor sentimiento que amar y ser correspondido.

viernes, 9 de octubre de 2015

26: Bill.

Hola de nuevo (:

Este año los Kaulitz pasaron su cumpleaños en la ciudad donde nací y crecí, mi muy adorada Ciudad de México. Por cosas de la vida y del destino yo no pude estar ahí, pero no pude desaprovechar la oportunidad de escribir sobre eso porque bueno, no todos los días tu otp festeja su cumpleaños en tu país.

Son dos capítulos; el de Bill y el de Tom. Ambos son cortitos, pero espero que los disfruten igual (:


Capitulo uno.


I wanna dance by water 'neath the Mexican sky
Drink some Margaritas by a string of blue lights
Listen to the Mariachi play at midnight
Are you with me, are you with me?

                            -Lost frequencies, Are you with me.

 

Querido Tom:

En serio espero que no estés haciendo lo que se te da la maldita gana como siempre y leas esta carta como y cuando te dije. No la leas antes de nuestro cumpleaños 26 y no lo hagas tampoco frente a mí, te lo advierto.

Para explicarte como me siento ahora, creo que debería comenzar hablando sobre el día en el que empezó todo esto para mí. Me refiero al día en el que de verdad sentí que algo en mi corazón o en mi hipotálamo o en donde mierda que se guarden los sentimientos dio una vuelta de trecientos sesenta grados. No sé -porque nunca me he atrevido a preguntar- cuando fue que te pasó a ti, pero en mi caso fue en las vacaciones de invierno que pasamos en casa de la abuela a los 13 años. Esos días fueron de los últimos que tuvimos como pubertos que vivían aún en el anonimato, lejos todavía de la locura que nos esperaba cuando fuimos catapultados a una fama que habíamos ansiado pero que jamás creímos alcanzar.

Tú siempre has sido el fuerte, casi como si esos diez minutos de diferencia al nacer te hubieran preparado mejor para el mundo que a mí. Lo curioso es que a ti siempre te ha gustado ese papel; el hermano protector, el mejor amigo que sabe escuchar, el novio celoso. Eres todo eso y más, Tom. A veces me pregunto qué habría sido de mí si tú no hubieses nacido conmigo y me dan escalofríos de solo imaginarlo. No sé a quién deba agradecerle por tenerte, Tom, pero lo hago cada día. Gracias a Dios, al destino y a la fertilidad de Simone Kaulitz.

viernes, 2 de octubre de 2015

Endlessly

Quiero empezar octubre de la mejor manera y bueno, este one-shot es de mis favoritos. Al inicio quería que fuera un long fic, pero tenía (tengo) a "Collar full" estancado y no quise meterme en más problemas.

La canción que inspiró este fic se llama Endlessly de una magnifica banda que descubrí hace poco pero desearía haberla escuchado antes: The Cab. Todas sus canciones son asombrosas, seguro escribiré más con ellas de fondo.


Capítulo único

Las palabras en el pizarrón parecían escritas en árabe. Bill alternaba la vista entre estas y el reloj de manecillas que colgaba en un rincón del salón. Las 12:40 pm. Faltaban exactamente 20 minutos para que la clase terminara y sin embargo para Bill era como si faltaran dos días. Observó cada movimiento del minutero del reloj esperando que avanzara un poco más rápido con cada minuto que pasaba. Confirmó la hora en el reloj de su celular con la vaga esperanza de que en realidad fuera más tarde, pero ambas eran exactamente iguales.

El resto de los  chicos en el salón de clases tomaban apuntes y al menos la mayoría parecía estar escuchando lo que la profesora decía. Eso ponía a Bill aún más desesperado y ya le era imposible contener los bufidos de cansancio que salían de sus labios entreabiertos.

El timbre apenas empezaba a sonar y Bill fue el primero en salir por la puerta, dejando atrás a sus compañeros que apenas guardaban los cuadernos en la mochila. En el pasillo se encontró con otro retraso: aglomeraciones de alumnos formando nudos humanos que impedían el flujo de personas. Tuvo que abrirse paso a empujones, buscando huecos en los que escabullir su delgada figura y soltando un montón de “lo siento” cuando golpeaba a alguien más fuerte de lo que era su intención.

Se apresuró a lanzar sus libros una vez que logró llegar a su casillero. Se miró en el pequeño espejo que tenía en la puerta de éste, limpiándose las gotitas de sudor y acomódanse el mechón de cabello negro que formaba su mohicano. 

— ¿Por qué no me esperaste?— Bill dio un pequeño salto de sorpresa. Girándose, se encontró a una chica diminuta que lo miraba con un puchero.

—Lo siento, Belle. Llevo prisa. — Cerró la puerta del casillero y tomó la mochila que había arrojado al suelo.

Comenzó a dar pasos apresurados hacia la puerta de salida y la chica lo seguía trotando. Las piernas de Bill eran casi el doble de largas que las de ella, pero no parecía tener la intención de rendirse. Por un momento Bill se sintió en la escena de una película donde lo perseguía una especie de elfo doméstico o un hobbit. Habría bromeado con eso en voz alta de no ser porque la urgencia de salir de ahí aumentaba a cada segundo.

— ¿Qué es tan urgente? — él la ignoro, dando pasos aún más largos. — ¡Oye, ten piedad de mis piernas cortas!

Bill se detuvo hasta que ella logró alcanzarlo. —Hoy cumplo un año con Tom. Tengo que regresar a casa antes de las ocho así que quiero aprovechar cada segundo. Mi tiempo es tan valioso ahora que ya me debes.

No quiso arriesgarse a que ella dijera otra cosa así que simplemente echó a correr sabiendo que no podría alcanzarlo.