viernes, 11 de diciembre de 2015

Collar full: Nueve.

Por fiiin el capítulo 9 está viendo la luz, después de 9 meses que la historia estuvo en hiatus (en thficción, i mean: http://www.thficcion.com/viewstory.php?sid=1013&chapter=9).

Mención y dedicación especial del noveno capítulo a Dannie y Aidmar, que lo leyeron antes que todos y le dieron mucho amor. Mil gracias por su amistad y su apoyo.

Capítulo 9


—¿Qué tanto ha tomado tu hermano? — Ria, sentada a mi lado, se ríe un poco mientras observamos a Bill tambaleándose hacia la cocina con la excusa de traer otra botella de tequila.

—Creo que bastante. — Nos reímos y luego nos sumergimos en un silencio incómodo. Tengo muchas, demasiadas preguntas para ella que no me atrevo a pronunciar. No sé por dónde empezar: “Oye Ria, siento que Bill y tú me esconden algo” o qué tal, “oye Ria, ¿qué pasó entre mi hermano y tú cuando yo no estaba en Los Angeles?”. Es decir, yo tenía el presentimiento de que Ria ya sabía sobre Bill y yo. Y, sinceramente, no comprendía por qué ella estaba sentada a mi lado en el sofá de nuestra casa, portándose como si nada y sin si quiera haberme hecho alguna escena de celos intensos como es su costumbre. Además, ¿no habíamos terminado antes de que yo volviera a Alemania?

—Vamos, pregúntalo ya.

—¿Por qué estás aquí?

—Bill me invito. — se encoge de hombros y evita mi mirada fingiendo que toma de su vaso ya vacío.

—¿Y por qué te invito? ¿Qué pasó, por qué estás tan… diferente conmigo?

viernes, 4 de diciembre de 2015

Collar full: Ocho.

Demasiado pronto llego el momento de publicar el octavo capítulo.

Capítulo 8


Antes de volver a Alemania, yo era una persona nocturna. Me pasaba durmiendo de día y vivía por las noches, igual que Bill. Aunque me acostumbre muy pronto al cambio de horario y a invertir el patrón una vez que llegue aquí. A Bill tampoco le costó tanto. Y es por eso que se siente tan extraño tener insomnio a estas alturas del partido.

Son las 3:22 am. Como Bill no podía dormir para siempre en nuestra sala, se ha comprado una cama y la instaló en mi recamara, a medio metro de distancia de la mía. Sólo han pasado quince días desde que llegó y quizá fue demasiado pronto que se mudara aquí, pero la recamara de Gustav es más pequeña que esta y no había modo de meter otra cama ahí. Y en la habitación de Georg no podía estar si queríamos evitar que estallara la tercera guerra mundial. La situación entre ellos se estaba poniendo cada vez más incómoda y yo estaba plantado en medio sin saber cómo intervenir.

Así que Bill termino en mi habitación.

— ¿Estás despierto? — su voz suena como la de un niño que va a la cama de sus padres después de tener una pesadilla. Me doy la vuelta para dejar de darle la espalda. En la oscuridad apenas distingo su delgada silueta debajo del edredón y sus pequeños ojos somnolientos buscan los míos, solo con la ayuda de la tenue luz que entra por la ventana.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Collar full: Siete.

El penúltimo capítulo publicado de Collar full. Igual que el capítulo seis, éste también tiene algunos cambios (:
 
 
Capítulo 7
 
La mirada de Bill está tan fija en mí que puede que me haya perforado la mejilla. No me quita la vista de encima en todo lo que dura la junta con los productores y yo estoy tan absorto pensando en eso que ni siquiera soy capaz de enterarme de lo que dicen. La situación es bastante bizarra porque es Georg quien está fungiendo como representante de la banda y es el que más habla en la junta, si no es que el único.

Me doy cuenta de que la reunión ha terminado cuando todos empiezan a levantarse de la silla y a despedirse con apretones de manos. Y solo me entero de que hay otra junta para decidir las canciones oficiales la siguiente semana porque uno de los ejecutivos me lo dice al despedirse de mí.

De camino a casa, Georg y Gustav hacen la función de intermediarios en la conversación. Nos hacen preguntas vagas y se responden a sí mismos cuando ni Bill ni yo las contestamos. Este quizá sea el momento más incómodo que hemos tenido como banda, superando con creces la noche en que nos vimos desnudos y borrachos al mismo tiempo por primera vez.

Todos saltamos fuera del auto cuando llegamos al departamento y una vez dentro de este las cosas no van mejor.

—Bueno, los dejamos para que hablen— Gustav y Georg abandonan la sala prácticamente empujándose el uno al otro y Bill y yo nos quedamos como tontos sentados en el sillón y evitando mirarnos.

—Este lugar es muy bonito— dice Bill. Se aclara la garganta después.

—Lo es.

Otro silencio.

— Bill…—me animo por fin a hablarle. Sus ojos se agrandan, sorprendido de que sea yo quién decide hablar primero.

—Quiero que arreglemos las cosas Tom, no podemos seguir así. —Aquí vamos de nuevo.

— ¿Y cómo vamos a solucionarlas?, ¿Cuál es tu plan? Porque tú mejor que nadie sabes que no quiero volver a fingir que estoy bien con solo ser tu hermano. — me pongo a la defensiva, previendo que Bill sugerirá que deje de intentar llegar a algo más con él.

—No, Tom, escúchame por favor— se queda callado un momento, con la cabeza baja. —Yo… quiero intentarlo.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Collar full: Seis.

Me tomo mucho tiempo releer este capítulo y convencerme de que estaba como lo quería. Una de las principales razones por las que Collar full se quedo en hiatus fue porque los últimos capítulos que escribí estaban perdiendo la esencia de lo que quería transmitir, así que aproveche que la inspiración volvió para corregirlos.

En particular el capítulo 6 no sufrió un gran cambio, pero si algunos detalles como el tiempo que los Kaulitz pasaron separados o una parte de su reencuentro.

Capítulo 6


—Tienes que hacerlo, Tom. Si te importa aunque sea un poco el futuro de esta banda—. Nunca había visto a Gustav así. Los tres estábamos sentados en una especie de círculo en la sala de nuestro departamento, mirándonos los unos a los otros como intentado leer lo que había en nuestras mentes. Sin embargo, esa habilidad solo me había llegado a funcionar con Bill y últimamente estaba bastante oxidada.

Mi hermano, el origen de todos mis problemas, de esta discusión. Gustav estaba entre molesto y desesperado, rozaba sus manos con el sillón una y otra vez y yo creía que de un momento a otro podría incendiarse.

—Aún no estoy listo — repetí por quinta vez esa tarde. Gustav negó con la cabeza y se pasó ambas manos por el cabello. Sé que pensaba que yo era un idiota, un terco y un egoísta, pero simplemente me negaba a ver de nuevo Bill. Era demasiado pronto.

— ¿Qué dices? Pero si ya han pasado ocho meses desde que regresaste a Alemania, — dijo Gustav —no has contestado una sola de sus llamadas y ni siquiera has preguntado por él. No pueden estar enojados por siempre y Bill se ve más que dispuesto a arreglar esta situación.

Si yo tenía a Georg de mi parte en esto, Bill evidentemente tenía a Gustav. Era un estira y afloja constante entre ambos bandos, ellos esperando a que yo cediera tarde o temprano y nosotros negándonos a hacerlo todas las veces. Yo estaba consciente de que Gustav mantenía a Bill al tanto de todo lo que pasaba con mi vida y a veces quería que yo también me enterara de que tal lo estaba pasando él, pero yo no lo escuchaba nunca.

En navidad, en un momento de traición por parte de Georg, él y Gustav me tendieron una trampa para que me encontrara con Bill en la casa de mi madre. Afortunadamente, un pequeño tropiezo en su plan me hizo darme cuenta de lo que estaban tramando y evitar que el reencuentro pasara: escuche a Georg decirle a Gustav que me llevaría con engaños al lugar. Cabe mencionar que fui más astuto y la mañana del 24 de diciembre me desaparecí por completo; me fui sin que ninguno de los dos lo notara, no contesté mi teléfono y me aparecí un par de días después, asegurándome que Bill ya hubiera regresado a Los Ángeles. Quizá fue un acto de cobardía, quizá fue lo mejor para los dos. No lo sé.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Collar full: Cinco.

Ya casi llegó al último capítulo que publique y pronto, pronto el nuevo capítulo <3


Capítulo 5

Los Angeles, California. Dieciséis de diciembre.

Las luces neón lastiman un poco sus ojos. No lleva la cuenta de las copas que ha bebido y a decir verdad, últimamente no sabe ni en qué día vive. Las risas de sus acompañantes retumban en su cabeza y se pregunta cuándo fue la última vez que él se rio así o incluso la última vez que su rostro mostro alguna emoción diferente a la soledad. Ahí, en medio de un bar del cual no recuerda el nombre, Bill Kaulitz comienza a llorar.

— ¿Quieres irte ya? —Matt aparece después de haberlo abandonado por largo rato, aunque a Bill parece no importarle mucho. Últimamente prefiere estar solo. Asiente con la cabeza y se levanta del sofá que hasta ahora nota es de color rojo, toma sus cosas y sale de ahí sin siquiera despedirse del resto.

Cuando están en el auto, Matt lleva en el rostro una sonrisa que Bill había visto algunas veces antes, pero que realmente nunca ha sabido interpretar. Bill frunce el ceño y lo ignora, fingiendo que está ocupado colocándose el cinturón de seguridad.

Son alrededor de las tres de la mañana, así que las calles están casi desiertas y les toma poco más de quince minutos llegar a la casa de Bill. Y solo suya. Él está listo para abrir la puerta del copiloto y bajarse del auto en cuanto este se detenga frente a ella, pero Matt gira el volante y sube el coche hasta la puerta del garaje.

— ¿Qué haces? —Matt apaga el motor y mira a Bill, sin responder su pregunta. La sonrisa del bar vuelve a aparecer en sus labios y Bill sigue sin entender qué demonios significa.

—Invítame a pasar. — suena más como una orden que como una petición. Y Bill conoce a Matt lo suficiente como para saber que, aunque le diga que no, Matt va a entrar a su casa y se quedara ahí hasta que le dé la gana. Prefiere no negarse, así será más fácil sacarlo después.

Apenas han cruzado la puerta de la casa y Matt ya está subiendo las escaleras, solo le grita a Bill que va al baño y se pierde en la planta alta.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Collar full: Cuatro.

Mi capítulo favorito hasta ahora.


Capítulo 4.

 
I’ve got a collar full of chemistry from your company, so maybe tonight I’ll be the libertine.

Este era el primer día no tormentoso que tenía desde hace mucho tiempo. Bill, como era costumbre desde el incidente con Matt hace una semana, no se encontraba en casa desde las primeras horas de la mañana. Poco a poco me acostumbraba a su ausencia y comencé a hacerme a la idea de que muy pronto ya no le vería a diario como en los últimos veintitrés años de vida.

No iba a ser un cambio sencillo, pero sí sumamente necesario. La última semana no he parado de imaginar cómo será mi vida sin Bill, al principio enumerando todo lo negativo que esto conlleva y después pensando en toda la carga de dolor que voy a quitarme de encima.

Ya he hablado con Ria y con mi madre. Ambas estaban bastantes sorprendidas con la noticia aunque no exactamente de la misma forma. Por un lado está Ria, que ha armado un drama no por el hecho de que me vaya, sino porque no la invité a venir conmigo. Me dijo que nuestra relación estaba estancada y que ella no veía hacia dónde íbamos. Yo le respondí que hacia ningún lado que yo quisiera y terminamos algo que en realidad para mí nunca empezó. Y Simone, ella estaba muy contenta con que volviera y, extrañamente, no me pregunto porque Bill no venía conmigo.

Sin Bill alrededor ha sido muy fácil comenzar a hacer maletas y organizar mi partida. A este paso podré marcharme en cuanto Georg consiga un departamento decente para nosotros sin que Bill lo note. Mucho menos ahora que nuestro cumpleaños se acerca y él está demasiado ocupado organizando una fiesta a la que probablemente no seré invitado.

 

lunes, 26 de octubre de 2015

Collar full: tres.

Recordando en quien me base para escribir el personaje de Matt me trajo malos sentimientos lol.
 
Capítulo 3.

— ¿Ya estás listo? —esta era la séptima vez que entraba a la habitación de Bill, solo para encontrarme con que se había cambiado los pantalones de nuevo, sus pies aún estaban descalzos y su cara libre de maquillaje. Todo junto un augurio de que tendría que esperar por lo menos una hora más.

—No, Tom. No puede decidir cuál pantalón luce mejor con esta camisa —para mí no había diferencia alguna por más que mirara. Estuve tentado a decirlo pero no quería perder más tiempo discutiendo.

—Bill, el avión de Georg y Gustav aterrizó hace diez minutos, es cuestión de que bajen y consigan su equipaje, tenemos que irnos ya— para Bill mis palabras fueron como el sonido de una mosca que lo distraía de su tarea, me ignoro por completo y continuo revisando entre su ropa —tenemos que salir en cinco minutos. El aeropuerto nos queda a 20, no creo que haya problema si los hacemos esperar solo un poco…

— ¿Y por qué no mandas a Markus por ellos? Sinceramente no veo cual es la necesidad de que nosotros tengamos que recogerlos— Primero pensé que cabía la posibilidad de que Bill estuviera bromeando. Pero no. Lo decía bastante en serio y me miraba esperando que yo, como siempre, le dijera que tenía razón y le diera la orden a nuestro guardaespaldas. Él de verdad creía que yo no era independiente, que no podía siquiera salir de la casa sin él. Pues estaba muy equivocado.

—Ok, tienes razón. No tenemos que ir por ellos porque puedo ir solo —me di la vuelta y caminé hacia la puerta, sin esperar para ver la cara que Bill había puesto con mi respuesta. Pero antes de salir voltee a verlo de nuevo y le dije: — ¿quién diablos eres ahora? El Bill que yo conozco estaría ansioso por ver a sus mejores amigos y jamás enviaría a alguien para recogerlos—. No esperé una respuesta, simplemente me largué de ahí.

 

miércoles, 21 de octubre de 2015

Collar full: Dos.

Releer este fic me va a hacer mal.


Capítulo 2.

—Hace unos meses fui a un festival en Bélgica. Es uno de los más importantes de música electrónica. Bill, permíteme decirte que te has perdido de mucho si no has ido por lo menos a uno. En Estados Unidos hay muchísimos, ojala tengas la oportunidad de ir algún día… —si este rubio no se calla de una vez, le cortaré yo mismo la lengua para que lo haga. Lleva toda la cena hablando de los viajes que ha hecho y toda la gente que ha conocido como si nosotros nunca hubiéramos salido de nuestra casa. Sentía tanta curiosidad por conocer al dichoso Matt que acepte venir a cenar con Bill y sus amigos. Error.

Matt cumple con el estereotipo estadounidense; rubio de ojos claros y un bronceado rojo le cubre la piel porque es demasiado blanco como para broncearse de otra forma. No mide más que Bill, pero su musculoso cuerpo lo hace ver más tosco y alto. Lleva una camisa de mezclilla y pantalones cortos azul marino. Aparenta más de edad de la que tiene y se ve mayor que Bill.

—Ustedes deberían intentar un sonido como ese, ¿ves? —Cállate, cállate ya —Lo electro está muy de moda y le gusta a todo el mundo, no solo a las adolescentes hormonales.

Beth, una de las amigas de Bill, hace como que escucha la aburridísima conversación –monologo- mientras agita el popote de su bebida mientras Ria está con la mirada pegada al móvil y yo siento que me ahogo. Últimamente no estoy cómodo en ningún lugar, menos en uno donde estoy rodeado de gente con la que no soy compatible para nada.

viernes, 16 de octubre de 2015

26: Tom.

Quería esperar al miércoles pero como la desesperada que soy, no pude.


Capítulo dos.


Querido Bill:

¿Por qué eres tan desconfiado? Leí la carta en tiempo y forma, justo como me lo pediste. Hace cinco minutos que te quedaste dormido y aunque estás tendido a mi lado en la cama, abrazándome, no creo que cuente como si estuvieras aquí.

A diferencia de ti, no recuerdo el momento exacto en el que comencé a verte como más que un hermano. No dejas de sorprenderme con esa memoria que tienes. Pero sí hay una cosa de la que estoy seguro: me enamoré de ti antes de sacar tu trasero congelado de esa estúpida laguna, mucho antes. A estas alturas ya deberías saber que yo siempre soy el primero en todo y en este caso no fue la excepción. No me pidas que recuerde como o cuando fue porque es imposible, solo pasó y ya está.

Mamá solía decirnos todo el tiempo que debíamos cuidar el uno del otro porque eso es lo que hacen los hermanos y yo me lo tomé demasiado en serio, te lo juro. Quizá no sea tan fuerte como tú piensas, quizá solo sea muy bueno ocultando mis inseguridades y mis miedos y Bill, soy demasiado bueno convenciéndome de que puedo contra todo y contra todos, en especial si se trata de ti.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Collar full: Uno.

El único longfic que me he atrevido a publicar está aquí. No lo había releído desde que lo escribí, creo que hace un año o año y medio y ahora que lo hice me dio mucha nostalgia cry emoji*. Comenzaré a publicarlo aquí porque quiero corregir algunas cosas y espero en dios y todos los santos que por fin lo termine.

La canción que lo inspiró y le dio nombre: Collar full - Panic! At the disco



Capítulo uno.
 
 
Definitivamente me encuentro en la cama de hotel más cómoda de la historia. Quisiera poder tener la oportunidad de dormir en ella, pero el insomnio ha decidido pasar la noche conmigo. Estoy tremendamente agotado, me duelen los dedos, las piernas, las mejillas y si el cabello pudiera doler, también lo haría.
A veces mis noches en vela me ayudan a aclarar mi mente, a darme cuenta de que todo lo que estoy viviendo es verdad. Mientras otros chicos de 16 años van al colegio e invitan chicas a salir, yo tengo una banda. Y estoy perdidamente enamorado de mi hermano menor.
Mi banda es famosa por todo el mundo. Tenemos miles de fans y muchas de ellas hacen cosas inimaginables para pasar un solo segundo con alguno de nosotros. Viajamos, damos conciertos, vamos a entregas de premios y nos pagan por vivir nuestro sueño. Es algo increíble.
Pero tener tanta atención no siempre es tan bueno como parece. Hace unas horas le dije a Bill lo que sentía por él. Le dije que lo amaba más que a un hermano con toda la naturalidad del mundo, como si estuviera diciéndole que amaba la leche con chocolate. Su respuesta fue un simple ‘yo también’ y ambos nos paralizamos. Yo esperaba cualquier cosa, que me odiara, que me gritara o que se riera en mi cara, pensando que estaba bromeando. Pero no, Bill me correspondía y ya saben lo que dicen, no hay mejor sentimiento que amar y ser correspondido.

viernes, 9 de octubre de 2015

26: Bill.

Hola de nuevo (:

Este año los Kaulitz pasaron su cumpleaños en la ciudad donde nací y crecí, mi muy adorada Ciudad de México. Por cosas de la vida y del destino yo no pude estar ahí, pero no pude desaprovechar la oportunidad de escribir sobre eso porque bueno, no todos los días tu otp festeja su cumpleaños en tu país.

Son dos capítulos; el de Bill y el de Tom. Ambos son cortitos, pero espero que los disfruten igual (:


Capitulo uno.


I wanna dance by water 'neath the Mexican sky
Drink some Margaritas by a string of blue lights
Listen to the Mariachi play at midnight
Are you with me, are you with me?

                            -Lost frequencies, Are you with me.

 

Querido Tom:

En serio espero que no estés haciendo lo que se te da la maldita gana como siempre y leas esta carta como y cuando te dije. No la leas antes de nuestro cumpleaños 26 y no lo hagas tampoco frente a mí, te lo advierto.

Para explicarte como me siento ahora, creo que debería comenzar hablando sobre el día en el que empezó todo esto para mí. Me refiero al día en el que de verdad sentí que algo en mi corazón o en mi hipotálamo o en donde mierda que se guarden los sentimientos dio una vuelta de trecientos sesenta grados. No sé -porque nunca me he atrevido a preguntar- cuando fue que te pasó a ti, pero en mi caso fue en las vacaciones de invierno que pasamos en casa de la abuela a los 13 años. Esos días fueron de los últimos que tuvimos como pubertos que vivían aún en el anonimato, lejos todavía de la locura que nos esperaba cuando fuimos catapultados a una fama que habíamos ansiado pero que jamás creímos alcanzar.

Tú siempre has sido el fuerte, casi como si esos diez minutos de diferencia al nacer te hubieran preparado mejor para el mundo que a mí. Lo curioso es que a ti siempre te ha gustado ese papel; el hermano protector, el mejor amigo que sabe escuchar, el novio celoso. Eres todo eso y más, Tom. A veces me pregunto qué habría sido de mí si tú no hubieses nacido conmigo y me dan escalofríos de solo imaginarlo. No sé a quién deba agradecerle por tenerte, Tom, pero lo hago cada día. Gracias a Dios, al destino y a la fertilidad de Simone Kaulitz.

viernes, 2 de octubre de 2015

Endlessly

Quiero empezar octubre de la mejor manera y bueno, este one-shot es de mis favoritos. Al inicio quería que fuera un long fic, pero tenía (tengo) a "Collar full" estancado y no quise meterme en más problemas.

La canción que inspiró este fic se llama Endlessly de una magnifica banda que descubrí hace poco pero desearía haberla escuchado antes: The Cab. Todas sus canciones son asombrosas, seguro escribiré más con ellas de fondo.


Capítulo único

Las palabras en el pizarrón parecían escritas en árabe. Bill alternaba la vista entre estas y el reloj de manecillas que colgaba en un rincón del salón. Las 12:40 pm. Faltaban exactamente 20 minutos para que la clase terminara y sin embargo para Bill era como si faltaran dos días. Observó cada movimiento del minutero del reloj esperando que avanzara un poco más rápido con cada minuto que pasaba. Confirmó la hora en el reloj de su celular con la vaga esperanza de que en realidad fuera más tarde, pero ambas eran exactamente iguales.

El resto de los  chicos en el salón de clases tomaban apuntes y al menos la mayoría parecía estar escuchando lo que la profesora decía. Eso ponía a Bill aún más desesperado y ya le era imposible contener los bufidos de cansancio que salían de sus labios entreabiertos.

El timbre apenas empezaba a sonar y Bill fue el primero en salir por la puerta, dejando atrás a sus compañeros que apenas guardaban los cuadernos en la mochila. En el pasillo se encontró con otro retraso: aglomeraciones de alumnos formando nudos humanos que impedían el flujo de personas. Tuvo que abrirse paso a empujones, buscando huecos en los que escabullir su delgada figura y soltando un montón de “lo siento” cuando golpeaba a alguien más fuerte de lo que era su intención.

Se apresuró a lanzar sus libros una vez que logró llegar a su casillero. Se miró en el pequeño espejo que tenía en la puerta de éste, limpiándose las gotitas de sudor y acomódanse el mechón de cabello negro que formaba su mohicano. 

— ¿Por qué no me esperaste?— Bill dio un pequeño salto de sorpresa. Girándose, se encontró a una chica diminuta que lo miraba con un puchero.

—Lo siento, Belle. Llevo prisa. — Cerró la puerta del casillero y tomó la mochila que había arrojado al suelo.

Comenzó a dar pasos apresurados hacia la puerta de salida y la chica lo seguía trotando. Las piernas de Bill eran casi el doble de largas que las de ella, pero no parecía tener la intención de rendirse. Por un momento Bill se sintió en la escena de una película donde lo perseguía una especie de elfo doméstico o un hobbit. Habría bromeado con eso en voz alta de no ser porque la urgencia de salir de ahí aumentaba a cada segundo.

— ¿Qué es tan urgente? — él la ignoro, dando pasos aún más largos. — ¡Oye, ten piedad de mis piernas cortas!

Bill se detuvo hasta que ella logró alcanzarlo. —Hoy cumplo un año con Tom. Tengo que regresar a casa antes de las ocho así que quiero aprovechar cada segundo. Mi tiempo es tan valioso ahora que ya me debes.

No quiso arriesgarse a que ella dijera otra cosa así que simplemente echó a correr sabiendo que no podría alcanzarlo.

 

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Detour

El one-shot de hoy ya lo había publicado en thficcion, es muy corito y también muy especial. Espero que lo disfruten (:


Capítulo único.

Bill no puede dejar de mirar a Tom. No importa si está comiendo, durmiendo, o incluso manejando.
 
 
 
Bill Kaulitz viaja en el asiento de copiloto de un Audi R8 gris mate. El paisaje a su derecha es precioso, sin embargo, él está tan concentrado en lo que está a su lado izquierdo que no le presta la más mínima atención.
Los viajes largos en carretera son sus favoritos. Sobre todo cuando los hace con la mejor compañía. Su hermano Tom reclina el asiento hacia atrás, sus piernas son tan largas que puede golpearse las rodillas con el volante. Lleva solo la mano derecha en el volante mientras que la izquierda está a su costado, fuera de la vista de Bill. Lo que Bill si puede ver perfectamente es el perfil de su gemelo; hoy no lleva anteojos de sol, así que puede observar con detenimiento las largas pestañas cafés que cubren como cortinas sus ojos color avellana y achinados por los rayos del sol que dan directo en su rostro. Su frente amplia y la curva sutil que forma al iniciar su nariz, tan recta que podría trazar una línea perfecta sobre ella. Y después su labios. ¡Esos labios! Si a Bill le pagarán por cada vez que dice que ama los labios de Tom, ganaría más que con la música, seguro…

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Let it go

Segundo one-shot (yeeei).
 
Esta vez es el turno de algo que no he publicado antes y de hecho es uno de los que he escrito más recientemente. La canción que lo inspiro es Let it go del magnífico James Bay, si pueden escuchar la canción mientras leen estaría genial, porque la voz de este hombre es preciosa en toda la extensión de la palabra.

Quiero hacer una mención especial para Aidmar, que hoy es su cumpleaños. Ella sabe lo mucho que significa su amistad para mi <3
*Edito: Mil gracias por el banner, Aidmar. Nunca alguien había hecho algo así por mí, de verdad que es muy importante para mi corazón. Te quiero.

 
En fin, espero que disfruten de la lectura (:


Capítulo único.
¿Quién es cualquiera para decir lo que está bien y lo que está mal? ¿Acaso no cualquier tipo de amor es correcto cuándo es real?

 



miércoles, 9 de septiembre de 2015

Grow old with me

Para empezar con el pie derecho voy a colocar esta historia tan especial para mi, ya que fue la primera que me anime a publicar. Está basada en una canción muy, muy hermosa de uno de mis cantantes favoritos Tom Odell. Bill y Tom fueron lo primero que se me vino a la mente la primera vez que la escuché y más aún cuando comprendí todo lo que envolvían sus letras.

Capítulo único.


Sus pies descalzos se deslizan, es la primera vez que mira hacia abajo desde esa altura y de pronto siente ganas de arrepentirse. Es más alto de lo que imaginaba y quisiera poder dar marcha atrás, pero la mano de su hermano está aferrada a la suya buscando la seguridad y confianza que necesita para dar el último paso. No es momento para ser cobarde, piensa. Respira profundo tres veces y decide que va a hacerlo, que será lo suficientemente valiente para  lograrlo y que esta será la cosa más arriesgada que haya hecho en sus doce años de vida, que les contará a sus amigos en el colegio y que, por supuesto, lo lograría con su hermano.
Ambos miran por última vez al otro y es como si sus mentes fueran una sola que cuenta hasta tres y ambos saltan al mismo tiempo. A unos metros de tocar el agua sus manos se sueltan y sus cuerpos chocan contra el agua segundos después. Por un instante Tom siente que no podrá nadar a la superficie si Bill no lo hace junto a él, hombro contra hombro. Abre los ojos entre las miles de burbujas que rodean su cuerpo y logra ver a su hermano agitando brazos y piernas para elevarse. Tom hace lo mismo y ambos exhalan al salir del agua. Definitivamente tienen que hacerlo de nuevo.

Son las seis de la tarde y ambos están en la parte trasera de la camioneta de su padre. Demasiado cansados como para hablar, una sonrisa se dibuja en sus labios. La cabeza de Bill se recarga lentamente en el hombro de Tom mientras intenta que sus párpados no se cierren, pero termina por quedarse dormido.

I can feel you breathing
with your hair on my skin
as we lie here within
the night

Let's do this

Lo que más me cuesta hacer en la vida es empezar algo. Digamos que tener iniciativa no es una de mis cualidades, pero siempre se tiene que buscar una forma de salir de esa que todos llaman "zona de comfort" y, antes de que las ideas me consuman, he decidido iniciar un blog.

Tengo que mencionar también que la tecnología y yo somos como enemigas a muerte, por lo que este blog va a ser así; austero y simple, pero repleto de emociones. Más o menos un reflejo de lo que yo soy.

¿Y por qué a Larissa no le basta con ser insufrible en twitter si no que encima va a crearse un blog para atezarnos más? Bueno, es que yo nunca tengo suficiente. 140 caracteres no me alcanzan para describir todo lo que el Toll, Twincest o como sea que le llamen me inspira. Porque una relación así no puede hacer otra cosa que eso: inspirar.

¿Y con qué me voy a topar en The last slice of toll? Pues con Toll. Toll, toll, y más toll (y una que otra escena dramática de mi amor por el inalcanzable pero extremadamente hermoso Georg Listing). Aquí voy a publicar principalmente esas escenas, fanfics y one-shots que tengo escritos y que hasta ahora no han visto la luz, ya sea por falta de tiempo o de valor. Sólo quiero desahogarme, evitar que esas palabras que tanto me costó plasmar en su momento se queden encerradas en lo más profundo de mi computadora.

Espero disfruten leyendo tanto como yo escribiendo.

@georchlisting
Larissa C.B.