miércoles, 23 de septiembre de 2015

Detour

El one-shot de hoy ya lo había publicado en thficcion, es muy corito y también muy especial. Espero que lo disfruten (:


Capítulo único.

Bill no puede dejar de mirar a Tom. No importa si está comiendo, durmiendo, o incluso manejando.
 
 
 
Bill Kaulitz viaja en el asiento de copiloto de un Audi R8 gris mate. El paisaje a su derecha es precioso, sin embargo, él está tan concentrado en lo que está a su lado izquierdo que no le presta la más mínima atención.
Los viajes largos en carretera son sus favoritos. Sobre todo cuando los hace con la mejor compañía. Su hermano Tom reclina el asiento hacia atrás, sus piernas son tan largas que puede golpearse las rodillas con el volante. Lleva solo la mano derecha en el volante mientras que la izquierda está a su costado, fuera de la vista de Bill. Lo que Bill si puede ver perfectamente es el perfil de su gemelo; hoy no lleva anteojos de sol, así que puede observar con detenimiento las largas pestañas cafés que cubren como cortinas sus ojos color avellana y achinados por los rayos del sol que dan directo en su rostro. Su frente amplia y la curva sutil que forma al iniciar su nariz, tan recta que podría trazar una línea perfecta sobre ella. Y después su labios. ¡Esos labios! Si a Bill le pagarán por cada vez que dice que ama los labios de Tom, ganaría más que con la música, seguro…

  — ¿Qué tanto me miras? — la boca de Tom se curva en una sonrisa, incluso muestra algunos dientes. Bill también sonríe un poquito.
—Nada. — el chico rubio se acomoda en su asiento, intentando dejar la vista fija al frente, pero sus ojos aún necesitan más de Tom y lo traicionan como si no estuvieran unidos a su cerebro. No puede negarlo, está completamente enamorado de su hermano.
Decide que no sirve de nada fingir porque eso no es algo que haga en presencia de Tom, así que inclina un poco su cuerpo y queda recargado en su costado izquierdo sólo para poder observar mejor al chico diez minutos mayor que él, que no despega vista del frente.
Puede afirmar, y estaría en lo cierto, que nunca ha subido a un auto con un peor conductor que Tom. A su hermano le gusta la velocidad y esquivar coches con maniobras dignas de una película de acción. Maneja como un loco y Bill no es el único que lo piensa; también Gustav, Georg y hasta su madre. Pero hay otra cosa que también es cierta y es que Bill no se siente seguro con nadie más que con Tom. Él puede no ser el mejor al volante, pero Bill sabe que haría lo que fuera por protegerlo, por cuidarlo, por llevarlo a salvo a casa y eso es más que suficiente para él.
—Me pone nervioso que me mires tan intensamente mientras manejo. — dice Tom —y por favor, ponte el cinturón de seguridad.—
—Lo tengo puesto. —Bill se muerde el labio mientras sonríe. Tom gira el cuello por unos segundos, efectivamente, Bill lleva puesto el cinturón.
—Siéntate bien, ¿no vas incomodo? — así es Tom, siempre preocupado por él.
—Me encanta tu perfil. —Bill lo observa. Es esa hora del día en que el sol brilla más fuerte, cuando está a unos minutos de anochecer. La piel de Tom, bronceada y tersa, se observa casi dorada. Y qué decir de su cabello. Bill siente una pequeña explosión en su estómago, es algo que le sucede muy seguido cuando se trata de Tom. Se sorprende porque lo conoce de toda la vida –literalmente- y aún puede encontrar detalles que no había visto antes.
Quizá es por eso que su relación funciona tan bien. Nunca en todos estos años, Bill ha sentido que el amor entre ellos se esté desvaneciendo. Muy al contrario, el amor que siente por su hermano aumenta con el paso de los días. Incluso siente que en ese instante lo ama más que el segundo anterior.
—Tu comentario es un poco narcisista, ¿sabes? —Tom levanta su mano izquierda y se rasca la mejilla que Bill ha estado observando durante todo el viaje, como si la mirada de Bill la hubiera perforado de tanto verla. —Dado que soy tu hermano gemelo y nuestros perfiles son prácticamente idénticos. —
Lo son. Incluso cuando Tom se ha dejado la barba y Bill no, siguen siendo indiscutiblemente iguales. Ahora Tom se ha aburrido del vello facial y lo ha retirado por completo, Bill piensa que su decisión le ha quitado cinco años del rostro.
—Pero amas que te lo digan, ¿no? Que eres guapo. —Tom asiente. Bill se prepara para un comentario egocéntrico, de su siempre egocéntrico hermano, pero a cambio obtiene algo mejor.
—Sí. Pero solo cuando lo dices tú. —el rubio siente sus mejillas sonrojarse. Agacha la cabeza y su sonrisa, que no se ha ido desde que apareció hace unos minutos, se ensancha.
Eso es otra cosa que sigue intacta entre ellos. La capacidad de hacer sentir especial al otro. A Bill le encanta esa faceta de Tom, la que le lanza comentarios bonitos y lo hace sonrojar. Podría decir que es la que más le gusta, si no existiera la faceta de “Tom en la cama”. Él la llama así y está contento de saber que es el único que la ha conocido y que la conocerá. Porque Tom es sencillamente increíble cuando se trata de hacer el amor: una combinación perfecta de pasión, un poquito de lujuria y un montón de ternura y amor.
—Y además de guapo soy encantador. —suelta Tom a los pocos segundos, y los hombros de Bill se sacuden mientras ríe por lo bajo. Niega con la cabeza porque es evidente que su hermano nunca va a cambiar y de verdad espera que no lo haga.
La melodía de una canción que no conoce se escucha desde el radio del auto. Pasan unos cuantos minutos sin hablar y Bill observa por la ventana algunas calles familiares. Han dejado atrás la carretera y ahora se encuentran en las calles de Los Angeles. Bill encoge su rodilla izquierda y la pone sobre el asiento, para estar más cómodo. No puede dejar de ver a Tom, ni por un segundo.
— ¿Quieres que pasemos a cenar algo? —Frenan en un semáforo en rojo. Cuando cambia a verde, Tom pone su mano derecha en la palanca de velocidades y la izquierda en el volante. Después de cambiar la velocidad, la mano de Tom no vuelve al volante, si no que va en sentido contrario y se posiciona sobre la rodilla de su hermano. Bill, casi al instante, la cubre con sus dos manos.
—No tengo hambre, gracias. —Bill toma la mano de Tom y la lleva a sus labios. Besa cariñosamente cada uno de los nudillos y luego le da vuelta, dejando pequeños besos en su palma.
—Ok. —Tom se siente un poco distraído por el contacto, y la idea de parar por comida en algún lugar de pronto se esfuma de su mente. Lo único que quiere hacer es llegar a casa.
En la esquina de su calle hay una casa por lo menos tres veces más grande que la suya, de cuatro plantas y paredes pulcramente blancas y que además está rodeada por un jardín enorme. A Bill le encanta esa casa y siempre que pasa frente a ella, la mira embobado. Pero hoy es la excepción puesto que está más concentrado en  mirar a Tom, que ha tenido que retirar su mano de la boca del rubio para poder cambiar de velocidades.
Ya frente a la puerta de su garaje, Tom presiona un botoncito en el control remoto y la puerta se abre automáticamente. Mete el coche, cierra la puerta y apaga el motor. No pasa ni un segundo, cuando ya tiene a Bill a horcajadas sobre él, con el torso atrapado entre el volante y su vientre. El chico rubio toma la cara de Tom con las dos manos, abarcando desde su barbilla hasta su cuello, y lo guía directamente a sus labios. Es un beso tan profundo, tan lento y tan apasionado, que ambos sienten que el oxígeno en el auto se les ha acabado cuando solo han transcurrido treinta segundos.
— ¿Vamos adentro? —pregunta Tom, con una clara insinuación en su tono de voz. Bill solo asiente y le da otro pequeño beso en los labios.
Tom no puede moverse si Bill no lo hace, así que se queda quieto un momento. El rubio tiene la necesidad de decir algo antes de bajar del auto:
—Oye Tom… nunca me dejes. —
 
 
 
 
 
Detour  tiene una larga historia detrás. No quiero aburrir contándola así que sólo diré que las personas que te aman por quién eres, con cada virtud y cada defecto incluido, son las que de verdad valen la pena.
 
Gracias por leer y hasta el próximo miércoles (:
 
 
Larissa C.B.

4 comentarios:

  1. Larissa me encantó. La forma en que describes a Tom, me imaginé cada detalle. Me generas conflicto :( jaja no dejes de escribir nunca.

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    1. Jime, tu comentario significa tanto para mi <3. Muchas gracias por leer aunque el twc no sea lo tuyo y por tus palabras tan bonitas.

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  2. Lo imaginé todo y es perfecto. <3 Gracias por subirlo.

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    1. Gracias a ti por leer y tomarte el tiempo de dejar un comentario. <3

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